El sábado fue un día intenso. Decidimos visitar a tita Ikea. Eso sí, precedida de un paso por tío Carrefour y un saludo a primo Leroy Merlin, y fue allí donde nos vimos eligiendo una cenefa para la habitación de nuestro poyuelo. 
Tuvimos que seleccionar entre multitud de posibilidades que se nos ofrecían, y así pasamos de una cenefa militar hasta otra con lentejuelas y brillos sobre rosas estridentes.
Finalmente apostamos por la discreción, aún no nos vemos alojando en casa a un paramilitar o a la reina de los mares. ( aunque algún amigo ya nos ha dicho que todo llegará).
Lucca nos ayudó en el corte y empapelado de la habitación, dando su opinión sobre la exactitud de medidas. ( nótese en la foto como sujeta la regla para un correcto marcado )
El resultado, creemos que va siendo lo más adecuado: sencillo y discreto, para no violentar mucho a la criatura. Es preciso que cuand volvamos haga suyo este espacio ( más nos vale).
No queremos montar una habitación completa, básicamente pretendemos cambiar el multiuso que hasta ahora la dábamos a esta pequeña habitación para convertirla en el reino del poyoyo nuevo .
1 comentario:
La habitación está quedando chula, seguro que le gusta al peque
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